jueves, 17 de marzo de 2016

Cuba: donde el calor nunca toma vacaciones

Decir Cuba, es traer a la mente de cualquiera la música ardiente y sus ruidos de tambores, hermosísimas playas vírgenes, frijoles negros, bistec de cerdo con moros y plátanos maduros fritos, tabaco Cohíba y ron Habana Club.
Pero la Isla es, y ofrece, muchísimo más que eso. Cuba es un punto de encuentro entre culturas europeas y africanas; reflejadas en su arquitectura, su sincretismo religioso y la espiritualidad de los cubanos.
Para aquellos que prefieren desandar sus calles, es un país congelado en el tiempo con coloridas edificaciones coloniales, majestuosas fortalezas y calles empedradas; para los que van en busca de descanso o romance, es un tesoro natural y paradisíaco. 
Sin embargo, todos encuentran algo en común entre los cubanos: la simpatía, la cordialidad y la laboriosidad. No importa el nivel cultural o las costumbres que tenga, su gente es intensa, profundamente creadora y buena amiga.
Así es Cuba, un lugar donde el calor natural y el calor humano nunca toman vacaciones.