Decir Cuba, es traer a la
mente de cualquiera la música ardiente y sus ruidos de tambores, hermosísimas
playas vírgenes, frijoles negros, bistec de cerdo con moros y plátanos maduros
fritos, tabaco Cohíba y ron Habana Club.
Pero la Isla es, y ofrece,
muchísimo más que eso. Cuba es un punto de encuentro entre culturas europeas y
africanas; reflejadas en su arquitectura, su sincretismo religioso y la espiritualidad
de los cubanos.
Para aquellos que prefieren
desandar sus calles, es un país congelado en el tiempo con coloridas edificaciones
coloniales, majestuosas fortalezas y calles empedradas; para los que van en
busca de descanso o romance, es un tesoro natural y paradisíaco.

Así es Cuba, un lugar donde el
calor natural y el calor humano nunca toman vacaciones.